Qué pasó con... (3)

Volvemos a la carga esta semana con un nuevo artículo de nuestra serie "Que pasó con..." en el que mostraremos al público que lo desconoce, el paradero de dos pasos que antaño portaban a dos titulares del Jueves Santo onubense. Ambos abandonaron Huelva para quedarse muy cerca de nosotros, en Moguer y Cartaya. Os hablo del paso gótico de la Virgen de Consolación y Correa en sus Dolores y del paso de caoba del Santísimo Cristo de Jerusalén y Buen Viaje.

El primero de ellos fue realizado en 1928 por el tallista onubense Manuel González Basilio, autor también del paso de la Virgen de las Angustias, para la Hermandad de la Buena Muerte. El paso era de estilo gótico flamígero terminado en color caoba. Lo alumbraban cuatro faroles en cada esquina. En este paso procesionó la titular mariana de esta corporación hasta que en 1944 estrena el paso dorado que en el anterior artículo comentamos. Es en ese año, cuando la Hermandad vende el paso anterior a la Vera+Cruz de Moguer, habiendo procesionado sobre el las dos imágenes cristíferas que posee la citada Hermandad, el Cristo de la Victoria y el de la Vera+Cruz. Hoy en día sigue desfilando por las calles de la villa cada Viernes Santo.

Es en posesión de la Hermandad moguereña donde el paso sufre una considerable remodelación, sustituyendo los faroles por hachones y añadiendo cuatro capillas en las esquinas y cartelas plateadas. Todo ello obra de Julián Sánchez Medina.

El otro paso al que hacemos referencia en esta entrada es el que hasta 1999 portó al Cristo del Buen Viaje. Era una obra del onubense Luis Barrios, barroca terminado en color caoba y estrenada en el año 1983, aunque no se culminó hasta 1985. La obra nunca fue del gusto de la Hermandad y con el estreno en el año 2000 del nuevo paso para el Cristo de las Cadenas obra de los talleres de Ibáñez, el Cristo del Buen Viaje volvería a procesionar como ya hiciera años atrás sobre el tallado por José Gil, hasta la actualidad. Por este motivo, en el 2003 la Hermandad Servita vende a la Vera+Cruz de Cartaya las andas, conservándose en la actualidad tal y como salió de la capital.

A modo de curiosidad, destacamos dos hechos. El primero que en el año 2000 procesionó por primera vez el Cristo de la Redención haciéndolo sobre dicho paso y saliendo de la Hermandad de Huelva. La segunda y ya sin relacción con el paso, citar que en la misma Hermandad cartayera se encuentra también el primitivo palio de la Virgen de los Ángeles de la Hermandad de la Borriquita.

A la Sevilla Cofrade

Pongámonos en situación. Nos encontramos dos cofrades en la Plaza de San Pedro mismamente (aunque podrían ser más o en cualquier otro sitio, electrónico o físico) y como buenos jartibles que somos, hablamos de lo que nos gusta, la Semana Santa y el mundo de nuestras cofradías. ¿Cuánto tiempo tardamos en nombrar la ciudad vecina? Poco, muy poco.

Por eso, me vais a permitir que esta entrada no vaya dedicada a aquellos que no miran más allá de la H-30, ni por aquellos que te tachan de no querer lo tuyo si prefieres irte un día a Sevilla, a los derrotistas que desean ver un lunar en la semana mayor de la ciudad vecina para saltar el primero "da igual, como es en Sevilla dirán que está bien", tampoco por quienes querrían colgarte de Colón por ir a un artesano sevillano a encargar algún enser. Tampoco a los que pese a decir todo lo anterior, son los primeros que cogen la A-49 adelante cuando sale cualquier paso a la calle. 

Esta entrada se la quiero dedicar a nuestra vecina, a la Sevilla Cofrade.

Uno se cansa de leer por foros, tertulias y demás estos comentarios. Dejen de ser tan victimistas y aprendan que tenemos una gran Semana Santa, pero que a nuestro alrededor también las hay e incluso mejor, y que fijarse en Sevilla no es copiar ni tener poca identidad, también puede ser para aprender, tanto de sus errores como sus aciertos. Y sobre todo, abran sus fronteras cofrades, que ahora con internet es mucho más fácil, busquen, vean y aprendan. 

Hoy soy más breve, pero tenía ganas de decirlo. Como bonus para compensar, una marchita, y cual mejor que esta:

Que pasó con... (2)

En la anterior entrada os hablamos de los dos últimos pasos que el Nazareno había tenido. Hoy sólo vamos a hablar de un paso, aunque sin embargo vamos a hablar de hasta cinco Hermandades. Hoy hablaremos sobre el antiguo paso de la Virgen de Consolación.

En 1944 la Hdad. de la Buena Muerte encarga al tallista sevillano José García Torres la realización del paso para su titular mariana, siendo finalizado en los siguientes años. Sobre el paso, de talla barroca con gran cantidad de ángeles y dorado en 1954 por Felipe Lobato, procesionaría Ntra. Madre de Consolación y Correa en sus Dolores en dos etapas, 1944-1948 y 1953-1990. En ese periodo de tiempo en el que no procesionó sobre él, fue cuando la titular de la Hermandad Agustina procesionaría bajo palio. Sería en 1991 cuando la hermandad estrenara su actual paso en alpaca plateada realizado por Ramón León Peñuelas, vendiendo el antiguo paso a la Hermandad del Perdón del popular barrio de La Orden.

El paso llegaría a esta Hermandad bastante desvirtuado ya, debido a un accidente de tráfico en 1978 en un ensayo de la cuadrilla, que conllevó una profunda restauración del mismo. Además, también le fueron sustituido los primitivos respiraderos por unos de tela. En la Hermandad de la Orden estaría desde 1992 hasta que en el 2000 es vendido a la Hermandad de la Humildad de Cortegana, una vez que en la madrugá del 2001 la Hdad. del Perdón estrena la primera fase de su actual paso.

Es en la Hermandad serrana donde el paso sufre otra profunda remodelación en 2008. Se le añadieron unos respiraderos tallados en 1948 por Francisco Dominguez, adquiridos a la Hdad. de las Angustias de Ayamonte. Se dora de nuevo todo el conjunto por David Salmerón y se añaden nuevos apliques y cartelas en orfebrería. Sin embargo, no se quedaría mucho tiempo más en Cortegana el paso, pues una vez terminada la remodelación, es vendido en 2012 a la Hermandad del Señor de Clarines, de Beas, donde esta pasada Semana Santa procesionó por primera vez. 

Sin embargo, en la entradilla hablábamos de cinco Hermandades. Y es que como recordarán, el 14 de Octubre de 2011 el pasó regreso por unos días a su ciudad de origen para procesionar sobre él el Cristo de la Oración en el Huerto en su traslado extraordinario a la Catedral de la Merced. Esta es hasta ahora la historia de este viajero paso, por ahora está en Beas, ¿será este su último destino?

Qué pasó con...

Comenzamos hoy una serie de artículos en los que mostraremos que fue de esos pasos que dejaron de procesionar por las calles de nuestra ciudad. A pesar de la gran pérdida de patrimonio de nuestras cofradías a causa de los disturbios de la Guerra Civil, varios han sido los pasos que han sido cambiados por nuestras cofradías y fueron vendidos a otras hermandades. En este primer artículo vamos a comenzar con el señor de Huelva, Nuestro Padre Jesús Nazareno.

En 1953 la Hermandad cambió el paso que poseía por el conocido hasta hace pocos años, copia del majestuoso paso del Gran Poder sevillano. Ese paso anterior, tallado por González Basilio y dorado, alumbrado por cuatro artísticos faroles de los que de su base salían cuatro brazos con sendos guardabrisas; fue vendido a la Hermandad del Gran Poder, del costero pueblo de Isla Cristina. Allí procesionó hasta el año 1970, cuando la hermandad isleña sustituyó dicho paso. A continuación pueden ver dos imágenes del mismo paso portando a los dos titulares.

El segundo de los pasos es el que vino a sustituir a este anterior, inspirado como anteriormente dijimos en el paso del Gran Poder de Sevilla y sustituido precisamente por este mismo motivo. En el año 2003 la hermandad encargó a los Hermanos Caballero la talla del paso actual, aun en fase de culminación en la imaginería de sus capillas. En la actualidad, el paso se encuentra en Manzanares, Ciudad Real, procesionando en él el Cristo de la Vera+Cruz, con candelabros en vez de los anteriores faroles, que si los conservó la Hermandad onubense. En la imagen de abajo pueden ver el antes y el después del paso.

El mal del buen cofrade

Foto: Valentín López

Una noticia bomba ha estallado esta pasada semana en Huelva. Tras las elecciones al Consejo, el nuevo tema estrella de conversación cofrade es el anuncio de la Coronación de Nuestra Madre y Señora de los Dolores. Bueno, mejor dicho, de la convocatoria de Cabildo de Hermanos para la aprobación de la apertura del expediente de coronación; aunque por todos sitios se da por hecho primero que el resultado será un sí y segundo que la coronación será una cosa inminente.

No entraré aquí a valorar si la coronación es merecida o no, si la virgen tiene devoción o no o si la coronación viene dictada desde Palacio o no. No me corresponde hacer ese juicio, pues cada uno podrá pensar como quiera y tendrá su opinión. No obstante yo si estoy de acuerdo con la coronación y me parece bien que se haga, pues creo yo que todo cofrade querrá que su Madre tenga la más alta "distinción" que puede conceder la iglesia. Además, cumple los requisitos marcados por la iglesia, a saber: Tener más de 50 años (la imagen los tiene y la advocación muchísimos más) y goza de probada devoción, tanto por sus hermanos como por más onubenses (en ningún momento dice que tiene que tener X devoción, simplemente probada y eso lo tiene).

Tras esto, lo que desde aquí quiero condenar es la falta de respeto hacia la imagen, la Hermandad y la propia iglesia que por muchos rincones se están vertiendo. Poniendo el grito en el cielo por dicha coronación, exclamando que les parece lamentable, deprimente o qué se yo, expresiones que directamente hacen referencia a una imagen de la madre de Dios y que dejan mucho que desear viniendo de personas declaradas cofrades y por lo tanto, cristianas.

Es curioso, porque siempre estos años atrás nos hemos quejado de los problemas que provocaba el Consejo de Hermandades, que siempre estábamos con discusiones y dando mala imagen al resto de la ciudadanía con nuestras "tonterias". Sin embargo, no es sólo por culpa del Consejo o de la persona que lo rige, es culpa de todos nosotros. No buscamos el bien común ni lo bueno para todos. Tan sólo queremos lo mejor para nosotros y estamos deseando que el vecino haga algo, para malmeter, criticarlo y si podemos, sacarle los ojos, la mayoría de veces desde la envidia, por el "por qué la tuya sí y la mía no". Ese, señores, es el mal del llamado buen cofrade...